En el escenario de la producción mundial de cerdos habrá mayor demanda de carne en los próximos años, debido al incremento de la población mundial y el poder adquisitivo de las personas que habitan en países en vía de desarrollo, para mantenerse al día con dicha evolución, es importante comenzar a intensificar los sistemas de producción especialmente en naciones como las nuestras.
Los sistemas de producción porcina que contienen altos niveles tecnológicos brindan alimento especialmente diseñado de acuerdo al estado fisiológico y buscan maximizar la producción de carne por unidad de área disponible en sus instalaciones, este alto grado de especialización e intensificación puede facilitar la aparición de enfermedades que comprometen la respuesta animal.
Para conservar el estado de salud de los cerdos es importante mantener la homeostasis y funcionalidad metabólica de los animales, con el propósito de mejorar el desempeño de estos, por medio de una dieta adecuada.
Por esta razón, es importante incluir en el programa nutricional aminoácidos funcionales como la glutamina y el ácido glutámico que son moléculas orgánicas caracterizadas por constituir tejidos y elementos tanto estructurales como funcionales, ayudando a complementar los componentes asociados al sistema inmunológico. Algunos de estos factores están incorporados en proteínas específicas como: mucinas, inmunoglobulinas o proteínas de fase aguda; otros aportan nutrientes para el hígado, las células inmunes o intestinales asociados a la gluconeogénesis y proliferación celular; además, hay precursores de la síntesis de moléculas bioactivas, compuestos por citotóxicos y antioxidantes.
Los aminoácidos funcionales cumplen un papel fundamental en la nutrición y desarrollo de los animales y todos los sistemas productivos, por medio de la regulación de diversas vías metabólicas que incluyen: la señalización celular, la síntesis de proteínas, y la acción directa sobre la respuesta inmune. Incluso, contribuye al proceso de neurotransmisión, así como a la reacción en la utilización de sustancias energéticas.
Un aminoácido funcional puede ser no esencial, aunque en determinadas etapas y en momentos fisiológicos críticos se torna condicionalmente esencial y es importante tenerlo en cuenta cuando se formulan sistemas de alimentación que buscan mejorar el bienestar, rendimiento y la respuesta productiva y reproductiva de las diferentes especies.
De esta manera, de acuerdo con el estado fisiológico del animal, los requerimiento nutricionales y energéticos tienen variaciones. Al estar sano, una parte importante de los nutrientes se dirigen al crecimiento de los cerdos y la función reproductiva de los mismos. Por el contrario, en condiciones estresantes y de enfermedad, existe una mayor proporción de la energía y los nutrientes se dirigen a funciones asociadas al mantenimiento.
Bajo el contexto anterior, la glutamina y el ácido glutámico son aminoácidos funcionales importantes para preservar la salud y productividad del animal, porque promueven la proliferación de los enterocitos, la síntesis de proteínas, protege el intestino de procesos inflamatorios y mantiene la integridad junto a la funcionalidad intestinal esencial para neonatos y hembras en gestación o lactancia.
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