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Puntos importantes:

  • Estudios recientes demuestran que las micotoxinas emergentes tienen una mayor presencia que las micotoxinas analizadas rutinariamente.
  • Algunas de las micotoxinas emergentes más frecuentes son las enniatinas, beauvericina y ácido tenuazónico
  • Aún no existe mucha información sobre su toxicidad pero tienen un elevado impacto en la salud y productividad animal
  • Es imprescindible controlar sus niveles para optimizar correctamente las estrategias de mitigación y mejorar la productividad

Introducción

Las micotoxinas son metabolitos secundarios tóxicos producidos por hongos, principalmente Aspergillus spp., Penicillium spp. y Fusarium spp. Las micotoxinas son contaminantes comunes de muchos granos (por ejemplo, trigo, cebada, maíz, arroz, entre otros) y de hecho se estima que hasta el 80% de los productos agrícolas tienen presencia de micotoxinas (Eskola et al., 2020). Estas toxinas pueden provocar una gran cantidad de efectos tóxicos incluyendo carcinogenicidad, neurotoxicidad, problemas reproductivos, alteraciones intestinales y reducir significativamente la eficiencia productiva de los animales. Por estas razones, los productores de animales requieren establecer estrategias para disminuir su exposición y el impacto en los animales con el objetivo de aumentar la productividad.

El análisis de toxinas en las materias primas y alimentos completos es una de las medidas más esenciales para conocer el riesgo y establecer medidas para proteger a los animales. Así, los análisis rutinarios incluyen normalmente seis micotoxinas que son generalmente más conocidas, las cuales en los análisis rutinarios son las aflatoxinas, deoxinivalenol, zearalenona, fumonisinas, ocratoxina A y toxina T-2. Además, la mayoría de los países han establecido algunos límites solamente para ellas, pero no se puede olvidar que han sido descritas más de 400 micotoxinas.

Presencia en análisis

Durante los últimos cinco años, a medida que las técnicas analíticas han evolucionado permitiendo detectar más micotoxinas, se han empezado a publicar estudios evaluando la presencia de otras diferentes, no solo de las principales, en materia prima y alimentos balanceados. Todos estos estudios han permitido descubrir que las micotoxinas generalmente desconocidas son altamente frecuentes.

Por ejemplo, se ha evidenciado que las enniatinas son unas de las principales en muestras de alimentos completos. Así, Koshal et al. (2019) detectaron después de analizar 524 muestras de alimentos balanceados que el 92% y el 91% de las muestras tenían presencia de enniatina B1 y enniatina B, respectivamente. Mientras que toxinas altamente analizadas como deoxinivalenol y fumonisinas se detectaban en el 89% y 63%, respectivamente de las muestras analizadas. Por otro lado, existen otras con una elevada frecuencia que normalmente no son analizadas fueron la beauvericina (89%) y el ácido tenuazónico (73%).

En un estudio similar (Novak et al., 2019) donde se analizaron 1141 muestras de alimento balanceado, se detectaron enniatina B y B1 en el 82% de las muestras mientras que la presencia de deoxinivalenol era del 77% o la presencia de aflatoxina del 3%. En este estudio también se detectó la presencia de beauvericina y ácido tenuazónico en un elevado porcentaje de muestras, 69 y 55% respectivamente.

Tal y como se ha observado en varios análisis de alimentos completos, el análisis de biomarcadores de micotoxinas en sangre también ha permitido detectar que los animales están altamente expuestos a estas micotoxinas conocidas como emergentes y que normalmente son ignoradas en los análisis rutinarios (Tabla 1). De esta manera, el ácido tenuazónico ha sido la más frecuentemente detectada en la sangre de aves y cerdos, seguido por la beauvericina y la enniatina B para aves y cerdos, respectivamente.

Top 5 micotoxinas en avicultura Top 5 micotoxinas en porcino
Ácido tenuazónico 61% Ácido tenuazónico 66%
Beauvericina 33% Enniatina B1 66%
Enniatina B1 30% Enniatina B 62%
Ocratoxina A 27% Ocratoxina A 38%
Enniatina B 24% Beauvericina 28%

 

Tabla 1. Top 5 de micotoxinas más prevalentes en sangre después de analizar más de 700 muestras de sangre procedentes de todo el mundo.

Todos estos estudios confirman que los animales están expuestos mayoritariamente a micotoxinas que normalmente no son analizadas en los controles rutinarios y significa que el riesgo a las mismas es ignorado, haciendo imposible establecer estrategias de mitigación de manera correcta.

Toxicidad

Si bien existe una gran cantidad de conocimientos sobre las micotoxinas más comunes como deoxinivalenol, zearalenona, aflatoxinas, fumonisinas, ocratoxinas, etc., se sabe mucho menos sobre las toxinas emergentes. La presencia extensa de Alternaria como el ácido tenuazónico es preocupante, ya que se ha descubierto que inducen efectos nocivos relevantes en animales, incluidos efectos fetotóxicos y teratogénicos, así como actividad estrogénica igual que la zearalenona. Entre las toxinas de Alternaria, el ácido tenuazónico se considera el más tóxico y muchos estudios in vivo han demostrado que causa efectos graves como hemorragias múltiples intestinales o deterioro del hígado y riñón.

Por otro lado, micotoxinas producidas por Fusarium ampliamente detectadas también han demostrado un elevado nivel de toxicidad. Las investigaciones toxicológicas iniciales han demostrado que la enniatina y la beauvericina reducen significativamente la respuesta inmune y predisponen a los animales a otras enfermedades. Si bien los estudios sobre estas toxinas son limitados, los hallazgos iniciales indican un notable efecto tóxico potencial sobre los tejidos intestinales, por ejemplo, los enniatinas pueden ser más tóxicas por el tejido intestinal que el deoxinivalenol (Fraeyman et al., 2017).

Además, la beauvericina también ha demostrado la capacidad de producir alteraciones reproductivas. Finalmente, no podemos olvidar que la mayoría de los animales están expuestos a varias toxinas a la vez. La co-exposición a varias de ellas es problemática, ya que, su toxicidad tendrá un efecto aditivo o sinergico tóxico negativo.

Conclusiones

Es imprescindible realizar análisis de micotoxinas para evaluar el nivel de riesgo y poder establecer medidas de mitigación. Pero la mayoría del análisis solo detectan las seis toxinas principales (deoxinivalenol, fumonisinas, zearalenona, ocratoxina A, aflatoxinas y T-2). Varios estudios recientes, incluyendo los análisis de sangre de Innovad, han demostrado que micotoxinas generalmente no analizadas son mayoritarias que las principales. Micotoxinas emergentes como las enniatinas, beauvericina o ácido tenuazónico están ampliamente presentes en muestras de alimento balanceado, más del 90% en algunos casos.

Además, el nivel de toxicidad de estas puede ser igual o más elevado que las micotoxinas principales. Por todo esto es imprescindible establecer estrategias de control que permitan descubrir el nivel de exposición a estas micotoxinas en las granjas con el objetivo de implementar estrategias correctas de mitigación.

Referencias:

  1. Fraeyman, S., Croubels, S., Devreese, M., Antonissen, G., 2017. Emerging Fusarium and Alternaria Mycotoxins: Occurrence, Toxicity and Toxicokinetics. Toxins, 9, 228.doi:10.3390/toxins9070228
  2. Koshal, A., Novak, B., Martin, P., Jenkins, T., Neves, M., Schatzmayr, G., Oswald, I., Pinton, P., 2019. Co-Occurrence of DON and Emerging Mycotoxins in Worldwide Finished Pig Feed and Their Combined Toxicity in Intestinal Cells. Toxins, 11, 727.doi:10.3390/toxins11120727.9.
  3. , B., Rainer, V., Sulyok, M., Haltrich, D., Schatzmayr, G., Mayer, E., 2019. Twenty-Eight Fungal Secondary Metabolites Detected in   Pig   Feed   Samples:   Their   Occurrence, Relevance   and   Cytotoxic   Effects In Vitro. Toxins, 11, 537.doi:10.3390/toxins11090537.
  4. Eskola, M., Kosh, G., Elliott, C., Hajslovad, J., Mayar, S., Krska, R. 2020. Worldwide contamination of food-crops with mycotoxins: Validity of the widely cited ‘FAO estimate’ of 25%. Critical reviews in food science and nutrition, 60, 2773-2789. doi.org/10.1080/10408398.2019.1658570