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El contenido de agua en el organismo del animal puede oscilar entre un 82 a 55% dependiendo de la especie y etapa de la vida. Respeto a su consumo, tradicionalmente se asume que corresponde al doble del consumo de alimento, obviamente el consumo puede incrementarse o reducirse debido a las condiciones ambientales (Mariana et al., 2019), la calidad de agua, la composición de la dieta, el estatus fisiológico de animal, los factores sociales, el diseño y ubicación de los equipos (Nyachoti y Kiarie, 2010).

El agua requerida por el animal puede ser obtenida a partir de tres fuentes: agua de bebida, agua contenida en el alimento y agua metabólica (Nyachoti y Kiarie, 2010) que sirven como un medio para eliminar productos de desecho de la digestión y el metabolismo, regular la presión sanguínea y osmótica, producir saliva y secreciones, transportar nutrientes, hormonas y otros mensajeros químicos del organismo y generar termorregulación.

Partamos del hecho del que la calidad del agua puede afectar la salud general de los animales, el consumo de agua y por ende el consumo de alimento. A pesar de que en la mayoría de los casos la calidad del agua no resulta fatal para los animales ni muestran signos clínicos de enfermedad, las funciones productivas y reproductivas se pueden ver afectadas negativamente acarreando pérdidas económicas para la producción.

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura de Canadá (2020), proveer agua de bebida de alta calidad redunda en incrementar el consumo de esta, aumento en el consumo de alimento y por ende tener una mayor disponibilidad de nutrientes para satisfacer los requerimientos de mantenimiento y producción de los individuos.

La calidad del agua puede ser valorada a traves de parámetros físicos, químicos y microbiológicos (Amaral 2004). Dentro de los principales factores que pueden impactar la calidad del agua se encuentran los mostrados en la Figura 1.

Figura 1 Atributos de calidad del agua de bebida

Cianobacterias: altas temperaturas y presencia de nutrientes son condiciones ideales para el crecimiento de estas bacterias que pueden generar dos tipos de toxinas, neurotóxicas y hepatotóxicas. Para evitar esta proliferación es necesario limitar la entrada de nutrientes y generar procesos de aireación del agua.

Sulfatos: una alta concentración puede ser encontrado en fuentes superficiales, áreas salinas o aguas subterráneas, niveles altos de estos minerales puedes ser tóxicos y generar efectos laxativos que pueden comprometer el crecimiento, producción y reproducción de los animales (Mariana et al., 2019).

Sólidos disueltos totales: hace referencia a la cantidad de minerales en el agua, el cual incluye sales comunes como cloruro de sodio, calcio, magnesio sulfatos y bicarbonatos. Estas sales tienen efectos negativos aditivos dentro de las cuales se encuentran la incidencia de diarreas, la reducción del consumo de agua y alimento. En la Tabla 1 se muestran diferentes niveles de sales disueltas en el agua y su posible impacto sobre la producción animal.

 

Tabla 1 niveles de sales en mg/L y su posible impacto en la producción animal

Especie, etapa y sistema Niveles de sólidos disueltos (mg/L) y su impacto sobre el animal
Sin efectos adversos Puede haber un rechazo inicial sin impactar la producción Disminución de la salud y productividad animal
Ganado de carne adulto en pastoreo 0-4000 4000-5000 5000-10000
Ganado de carne feedlot 0-4000 >4000
Ganado de leche adulto seco 0-2400 2400-4000 4000-7000
Ganado de leche en lactancia 3500
Aves 0-2000 2000-3000
Cerdos 0-1000 1000-3000 >3000

Adaptado de: Guías Australianas y Neozelandesas para la calidad del agua fresca y marina, 2018 y Van Heugten, 2000.

Dureza: corresponde al nivel de calcio y magnesio los cuales pueden acumularse en los sistemas hidráulicos bloqueando el paso del agua. Se considera un agua blanda aquella cuya concentración de calcio y magnesio se encuentra por debajo de 60 ppm y dura con valore por encima de 120 ppm (Mariana et al., 2019) que por el exceso de calcio pueden afectar la utilización del fósforo (Nyachoti y Kiarie, 2010)

pH: es la medida de acidez o alcalinidad del recurso hídrico, los valores recomendados deben estar entre 6 y 8,5 para evitar desbalances digestivos y fisiológicos. Adicionalmente, valores por debajo de 5 pueden causar corrosión o daño en las líneas de agua y precipitación de medicamentos mientras que los niveles por encima de 9 pueden causar la obstrucción de las líneas de agua. Por otra parte, aguas con pH básico o neutro se considera un factor de riesgo para la incidencia de microorganismos patógenos que pueden causar problemas gastrointestinales como la E. coli (Mariana et al., 2019)

Nitratos y nitritos:en el agua, los nitratos pueden convertirse en el compuesto tóxico nitrito, el cual obstaculiza la capacidad de la hemoglobina de transportar el oxígeno, como resultado se causa una baja oxigenación de los tejidos y dificultad para respirar.

irus, bacterias y parásitos: estos organismos pueden aparecer en reservorios de agua que se construyen a partir de escorrentía, la presencia de estos seres puede causar diferentes síntomas y perdidas productivas.

Temperatura del agua:este factor puede afectar el consumo del líquido. Bajas temperaturas del agua ayudan a termo regular a los animales especialmente en climas cálidos lo cual incrementa el consumo de agua e incrementar la ganancia de peso.

Es así como el agua de bebida tiene un rol preponderante en la transmisión de algunas bacterias, virus y protozoos que causan algunas de las enfermedades más comunes al interior de los sistemas de producción que incluso pueden llegar a ser zoonóticas (Amaral 2004). Resultados preliminares de la Universidad de Carolina de Norte sugieren que el microbioma oral, nasal y de otras zonas del tracto digestivo de los animales puede verse influenciado por las proporciones microorganismo presentes en el agua de bebida, de esta manera fuentes con mayores concentraciones de campilobacter se relacionaron con una mayor incidencia de esta bacteria en el animal (Anderson y Holt, 2020).

De manera natural la concentración de bacterias fecales en aguas superficiales puede presentar una reducción con diferentes tasas (Cabral, 2010). Sin embargo, como lo reflejan los datos los microorganismos pueden persistir a través del tiempo de manera importante (Tabla 2).

Grupo de bacterias Tiempo para el 50% de reducción en la concentración (días)
Coliformes totales 0,9
E coli 1,5 – 3
Enterococo 0,9 – 4
Clostridium perfringens 60 – >300
Salmonella 0,1 – 0,67
Shigella 1

Por lo que bajo este contexto es necesario generar estrategias de prevención de enfermedades mediante la protección y desinfección de las fuentes de agua, así como el control de la calidad total con el fin de disminuir costos e incrementar a rentabilidad (Amaral 2004). Es importante limpiar las líneas de agua regularmente para evitar la formación de biofilms y acumulación de solidos con el tiempo, lo cual puede aumentar la carga de patógenos, reduce el volumen de agua, disminuye la eficiencia de productos químicos y medicamentos a través del agua (Mariana et al., 2019).

Para contrarrestar los elementos negativos descritos anteriormente y asegurar la calidad microbiológica del agua existen estrategias como el uso de ácidos orgánicos para disminuir el pH del agua, evitar la formación del biofilm y potencializar el efecto de otras estrategias de desinfección como el hipoclorito de sodio (Mariana et al., 2019).

Referencias

Amaral, LA do, Drinking Water as a Risk Factor to Poultry Health. Revista Brasileira de Ciencia Avícola. 2004;6(4):191-199.

Anderson, L., Holt, J. Drinking water has the potential to alter swine microbiome. North Carolina State University 2020.

Australian Goverment. Australian and New Zealand guidelines for fresh and marine water quality. 2018.

Cabral J. P. (2010). Water microbiology. Bacterial pathogens and water. International journal of environmental research and public health, 7(10), 3657–3703.

Government of Canada. Water quality impacts on livestock. 2020

Mariana, M. Goodband, R. DeRouchey, J. Tokach, M. Woodworth, J. y Dritz S. Swine Nutrition Guide: Water in Swine Nutrition. Kansas State University. 2019.

Nyachoti, M. y Kiarie, E. Water in Swine Production: A Review of its Significance and Conservation Strategies. Manitoba Swine Seminar 2010.

Van Heugten, E, Guidelines for Water Quality in Pigs. Animal Science Facts. 2000; ANS00-811S

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